En el fascinante mundo del arte paraguayo, hay una figura que destaca por su polifacética creatividad y su inagotable energía: Lucy Yegros. Con 81 años de edad, esta artista va más allá de las convenciones, cautivando a quienes tienen el privilegio de encontrarse con sus obras, sus palabras o simplemente su presencia afable.

Conocida cariñosamente como Lucy, María Mercedes Luciana Yegros Semidei es mucho más que una artista; es un tesoro vivo del arte paraguayo. Sin embargo, a pesar de sus innumerables contribuciones a través de dibujos, pinturas, grabados, esculturas, escritos, instalaciones y performances, Lucy se resiste a adoptar el título de "artista". Para ella, el arte es una parte esencial de su ser, una expresión natural de su conexión con la historia cultural nacional.

Antes de sumergirse en la pintura, Lucy exploró el mundo de la literatura, destacando su profundo respeto por la palabra. En una conversación, comparte la influencia significativa de Rubén Bareiro Saguier, quien la alentó a escribir, dejando una semilla que floreció en su compromiso con la palabra escrita.

Lucy, sin embargo, no se limita al arte visual. Su compromiso con la educación se materializa en la escuela comunitaria Kunumi Arete, ubicada en Areguá. Aquí, comparte su conocimiento con los más pequeños, inspirándolos a expresarse a través de haikus y a emular las formas de sus pinturas y collages de mininos que cobran vida en su libro "Vida de gatos".

A sus 81 años, Lucy Yegros no solo es una figura respetada en la escena artística, sino también una inspiración viviente que continúa desafiando el tiempo y compartiendo su amor por el arte y la educación con generaciones futuras. En su universo artístico, la creatividad no tiene límites y la pasión nunca envejece.